Paseo por el amor y la muerte

Edad media en Francia, guerra de los 100 años. (1337-1453)

Francia vive su apogeo de revueltas, motines y revoluciones campesinales. El pueblo se rebela contra la sociedad feudal, eclesiásticos inclusive.

Una guerra interna entre el “sistema” y la inmensa mayoría del país, sumida en hambre y desolación. Los soldados eran abogados y jueces del pueblo que condenaban a su merced pequeños delitos, incluso sin serlo, a pena de muerte, a manos de ellos mismos.

El campesinado, harto de pasar hambre tanto ellos, como sus animales, para producir para sus señores feudales y que ellos se vieran sumidos en una perpetua pobreza, se rebelan contra los señores feudales tomando castillos y destrozando tierras y bienes inmuebles del señorío. El país vive en sequía económica, debido a una batalla sin fin que mantiene con Inglaterra.

A la Iglesia Católica se le acusaba de abusos de su poder sobre el resto de los hombres, también es condenada por los campesinos alzados en revueltas sobre ésta. La Iglesia, los condena, pero no sobre la misericordia y el perdón de los pecados, sino con el castigo severo de un Dios ya no tan Omnipresente, alegando que los campesinos destrozaban la Iglesia ya no sólo el Templo o los Templos, sino diciendo literalmente “la Iglesia es el mundo y cada piedra un Hombre”.

Con Francia revuelta, delictiva, llena de prostitución, robos y expropiaciones por unos jueces tan particulares, como el pueblo mismo, los eclesiásticos y los nobles, huyen a refugiarse a otros castillos no tomados de Francia, para salvar así sus vidas aunque abandonen sus propiedades a su paso, por un intento de aunar las fuerzas y poder ser de nuevo una unidad irrompible.

Entre todo eso, el documento, relata la Historia de amor entre un estudiante, cansado de su vida en París, y, pese a los malos tiempos que azotan el país, quiere llevar a cabo un viaje a las costas francesas, llevado por su ímpetu de conocer el mar. En medio de su trayectoria, conoce y se enamora a posteriori de la hija de un señor feudal que le da cobijo en una de sus noches de peregrinaje. Cuando se entera, al llegar a la costa, de que el castillo de esa dama es azotado por la furia del campesinado, retrocede en su viaje de nuevo, para rescatar a la dama y en su destino, se escribe el viajar por el país juntos, hasta el final de sus días, que no tardaría en llegar, gracias a la furia de los campesinos a cualquier cosa que “oliera” a feudal. Los protagonistas mueren en una abadía abandonada por sus ocupantes, y desde allí esperaron la llegada de sus supuestos asesinos, dejando ver, claramente, el matiz de lo que la cruenta guerra por ambas partes, se blandía en aquellas tierras, en esos crudos tiempos, en que el amor por la vida no era ningún motor para fomentar la misericordia ante el prójimo.

Ambientada en la guerra de los cien años, guerra cruel y eterna protagonizada entre Francia e Inglaterra. Cuando los normandos se establecieron en Inglaterra, coronaron a su descendencia como monarcas ingleses, dueños de grandes extensiones de tierra en Francia.

Al extinguirse la dinastía de los capetos, nombraron sucesor al rey Felipe de Valois. El rey Eduardo III de Inglaterra pretendía llegar al trono de Francia por ser descendiente de los capetos, (nieto de Felipe el Hermoso).

Eduardo III según la Cassel History of England (1902)

Sin embargo, Enrique V contaba  con la posibilidad de reinar en Francia al recuperar algunas antiguas posesiones, pero Juana de Arco tuvo su actuación logrando liberar a Orléans en 1429.

Luego, con la paz de Arrás, firmada en 1435, coexistían dos reyes en Francia, Carlos VII y Enrique VI, impuesto por Inglaterra. Al año siguiente se reconcilian Borgoña con Francia.

Enrique VI

Con el fin de la guerra en 1453, Francia recupera sus territorios ante Inglaterra, salvo Calais. Luego Inglaterra se divide en dos por culpa de la sucesión al trono, que finalmente asume la dinastía Tudor (Enrique VII) en 1485.

Datos recogidos en la Guía de la Historia.

Hilda; Guía de la Historia; http://www.laguia2000.com/edad-media/la-guerra-de-los-100-años; 21-10-206; consultada el 14/10/2010,14:00h.