RESEÑA DEL LIBRO: La caída de Tartessos como explicación para una formación de una estructura política. Arcadio del Castillo Álvarez.
“La caída de Tartessos como explicación para una formación de una estructura
política”, Eds. Celarayn, León, 1988.
I.S.B.N: 84-85378-88-1, Pp. 135, precio aproximado en el mercado, 12,92.
PRESENTACIÓN DEL AUTOR
Arcadio del Castillo Álvarez, nació en Ciudad Real el día 16 de julio de 1945. Realizó la licenciatura en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid, donde seguidamente fue becario de Formación de Personal Investigador desde 1971-1974. En éste último año, pasó al Reino Unido como miembro del Institute of Classical Studies de la Universidad de Londres. Desde 1974 a 1979 desarrolló su labor como profesor adjunto interino en el Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Granada, en la que presentó su Tesis Doctoral. En 1979, obtuvo la plaza de Profesor Agregado Numerario de Historia Antigua en la Universidad de Málaga y en 1981 la cátedra de la misma Universidad, pasando posteriormente a la Universidad de León. En la actualidad, es Catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Alicante.
Su investigación se ha dirigido, primordialmente, a profundizar en el conocimiento del sistema institucional, muy especialmente en el mundo romano, y se ha visto plasmada en un variado número de trabajos publicados en libros y revistas especializadas.
Conocemos los trabajos de Arcadio del Castillo , con algunas cooperaciones con otras universidades como la de León -o algunas inglesas-, tanto en su vertiente científica, como historiador ymetodológico. Desde un punto de vista investigador y científico, hay que destacar su trabajo: La caída de Tartessos como explicación para una formación de una estructura política.
Una de sus primeras obras fue La emancipación de la mujer romana del s. I d.c. Universidad de Granada, 1976. Donde nos muestra el papel de la mujer del Imperio, según su trabajo investigador sobre fuentes escritas. Ejército y sociedad: cinco estudios sobre el mundo antiguo; el cual coordinó en 1986. Tarsis en la Estela de Nora: ¿un topónimo de occidente?, 2003 (artículo para la revista del CSIC). En El municipio Anticaria Sulpicia: Una propuesta sugerente, pero improbable, discute con argumentos veraces y concisos, que el emperador Galba no fue quien entregó el estatuto municipal a la ciudad de Anticaria (Antequera), sino el emperador Vespasiano, también basándose en las fuentes, esta vez de Plinio el viejo. El autor ya desde tiempos inmemoriables, domina el recurso de las fuentes antiguas para ratificar o refutar hipótesis modernas y la arqueología ayuda a ratificar su posición o desmentirla, muchas veces lo primero.
Cuenta con la publicación periódica de varias revistas científicas, como por ejemplo, “Lvcentvm” o “Regesta Imperii”, y varias co-autorías compartidas con doña Julia Montenegro Valentín. La obra “La caída de Tartessos: como explicación para una formación de una estructura política” baraja conocimientos e interpretaciones de fuentes escritas, donde ponen de manifiesto la existencia de Tartessos en la península Ibérica, fundamentalmente, la interpretación de las fuentes conocidas que citen la ciudad antigua de Tartessos así como el contexto en el que se encuentran sus autores.
Discute con argumentos lógicos, las hipótesis lanzadas por otros autores, con la última finalidad de dar sentido a las fuentes antiguas al respecto sobre ese tema concreto. Siempre basándose en las fuentes escritas que según su autor “las fuentes nunca tuvieron la finalidad de mentir, o de contar lo que no ocurrió”: cierto es, que la Historia se cuenta desde un prisma muy particular y por tanto no se puede buscar la objetividad completa en cada obra. Partiendo de esta premisa, su autor nos adentra a la información que nos ha llegado a nuestros días y nos revela interpretaciones coherentes y lógicas para uno de los misterios sin resolver de la Historia Antigua.
Su autor, de entrada, nos sitúa en la lectura de las fuentes transcritas y traducidas (puesto que muchas están escritas en latín o griego antiguo), para poder obtener así la información necesaria para su posterior estudio. En toda la obra, nos la muestra y la discute a posteriori, e incluso nos muestra las opiniones sobre lo escrito de otros autores tanto antiguos como contemporáneos. Así, desde Esteban de Bizancio, Estrabón, Escimo de Quios, Eustacio, Plinio, Avieno, Teopompo, Mela... El autor desde el principio, nos facilita la versión tanto historiográfica como la geográfica que aporta los antiguos geógrafos de la Historia de la Península Ibérica, para entender cómo veían los antiguos, un territorio como Hispania.
EXAMEN CRÍTICO
El primer capítulo de su libro “Fuentes sobre Tartessos”, nos intenta acercar geográficamente, a la antigua Tartessos en el mapa Hispánico. Citando las fuentes como Estrabón “... que habla de la ciudad de Tartessos y del río del mismo nombre, que identifica con el Betis, en conexión con la existencia de plata...”(p.17). Algunos autores más, también coinciden con su localización geográfica y los cita rigurosamente para partir de esa base, poder situarla en el mapa actual. Así pues, afirma que Tartessos era una estructura política a la par que un imperio minero, y que parten de la base, fundamental e indiscutible, que Tartessos se extiende desde las costas de Huelva, hasta el cabo de la Nao en su parte oriental y que “existió su ciudad … y que estaba situada en el sur de la península Ibérica” (p. 22).
En su segundo punto “Los Textos Bíblicos y el problema de Tarsis = Tartessos”, nos expone la temática de encontrar la Tarsis bíblica que muchos se empeñan en tratar como Tarsis = Tartessos peninsular, pese a que existen muchas contradicciones al respecto, como nos dice durante todo ese capítulo.
Tarsis al parecer, podría tratarse de un lugar situado en oriente y no en el occidente como se ha pretendido en varias ocasiones. Teniendo en cuenta que las fuentes de desde la biblia, hasta Heródoto, no casan en datos. Mientras los primeros afirmaban que Tarsis estaba a tres años de distancia (se sobre entiende que por mar), se discute que no significa que se tardara ese tiempo, sino que los barcos tardan en regresar ese tiempo. No por ello, tendría que estar en el mar, también necesitarían tiempo para cargar de mercancías las naves y traerlas de vuelta. Aun así, puede significar ese dato, que (según unos estudios) equivaldría a circun-navegar África por la costa occidental con dirección sur, por tanto, se trasladaría esa Tarsis al continente africano y no a la Europa más occidental, y otras fuentes afirman que en tiempos de Salomón, desde cuando se fecha la existencia de Tarsis, podrían navegar por el canal de Suez hasta arrivar a costas de Tarsis. Para esa hipótesis, se traslada la ciudad mencionada a Etiopía aproximadamente. Si a esto le sumamos la cita de Ofir, también en las fuentes bíblicas, y que está demostrado que se trata de oriente medio... entonces podría casar esta estructura hipotética, en contraposición de situar Tarsis en la Península Ibérica.
Desde una perspectiva lógica y coherente, intenta el autor, llegar a conclusiones plausibles con respecto a la localización de ciudades citadas en fuentes Antiguas que , desgraciadamente, los topónimos actuales desvirtúan en cuanto a situación geográfica exacta se refiere en el mapa mundi actual. También nos recuerda entre líneas, que la percepción global del territorio, en aquellos momentos, era bastante limitada aunque no por ello sea incierta.
En “localización de Tartessos”, Nos muestra el autor una infinidad de fuentes que afirman y confunden Tartessos con Gadir (Avieno, Plinio, Salustio, Valerio Máximo, Cicerón, etc, p.43). Otros autores que también cita, trasladan a Tartessos a días, kilómetros, días de navegación... etc. de Gadir. Wagner, la sitúa indiscutiblemente en Gadir como el último esquicio de lo que fue el imperio tartessico en su desaparición, (p.44). Así como al parecer J.Mª. Luzón Nogué la sitúa en la ría de Huelva por su tradición minera (p.45). Jaime Alvar, nos dice que “Gades no era Tartessos ni tampoco su capital, que probablemente jamás existió”, eso lo afirma en su obra Tartessos-ciudad =Cádiz: Apuntes para una posible identificación.
Sin duda alguna, en este apartado la discusión sigue abierta, puesto que las fuentes son diversas y los restos hallados son muy escasos para poder afirmar con avivez. Aun así, el autor, nos regala otro despliegue de fuentes Antiguas que intentan suplir el desconocimiento que aun tenemos de estos aspectos.
En su capítulo “La realeza Tartéssica” nos traslada opiniones sobre la mitificación de la realeza tartéssica, como por ejemplo la cita de Gerión, Nora, que su autor parece estar de acuerdo en que ha sido una mitificación orientalizante, trasladada a occidente por los griegos y la mitificación en algunos casos, (otros autores afirman que pobablemente existió) de su monarca principal Argantonio.
Hay una gran complejidad sobre este rey tartessio, puesto que algunas fuentes exageran su longevidad hasta 300 años, otros, más recatados, la sitúan en torno a los 150-120 años de vida del monarca, según cálculos <lógicos>. Esto nos puede dar a entender que aparte de la longevidad del monarca en cuestión, pudiera ser que estuviera en el poder durante muchos años, que fue muy sonado, y que probablemente y como anotación personal, pudiese haber ostentado el poder muy joven y tuviese una muerte muy tardía.
El caso es que Argantonio, ayudó a un pueblo oriental (los Foceos) a construir las defensas de su ciudad por miedo a recibir ataques de sus enemigos. Se supone que gracias al apogeo económico de Tartessos, el monarca pudiera ayudarles económicamente en su empresa, y que a cambio, éste les ofreció a los Foceos, que se quedaran en la península Ibérica como residentes invitados, pero la mayoría rechazaron la oferta y se volvieron, mientras que parecer ser, que algunos pocos sí que se quedaron en la Península Ibérica. A la caída de los Foceos en la batalla de Alalia, es cuando parece ser que Argantonio comienza a recibir ataques de los cartagineses a sus costas con el fin de conquistar sus territorios.
Una vez más, su autor, gran conocedor de mitología griega y romana, nos expone sus anotaciones y su simultaneidad en este texto. Muy bien empleados los conocimientos, así como la discusión de sus ideas expuestas, así como las conclusiones que hace de ellas.
En el apartado “Fin y formación de Tartessos”, el autor cita diversas fuentes escritas donde elucubran en donde acaban los Tartessos y donde empiezan los fenicios a escribir su historia.
Para esto nos traslada a “posible formación de Tartessos”, donde nos intenta explicar la probabilidad de la formación de esta estructura, citando a Caro Baroja (p.77), que según Arcadio del Castillo, “asimiló Tartessos a las primitivas monarquías mediterráneas...” Schulten , se inclinó por la teoría invasionista por personas del mismo tronco que los etruscos. Montenegro Duque, mantiene que la ascendencia tartéssica viene de los massienos y etruscos, llamando a la Península Ibérica, Mesech. (p.78). Analiza todas las posibles hipótesis hasta ese momento publicadas con sus razonamientos, de la mano de varios autores, durante varias páginas. Siempre aportando entre línea y línea, lo que el autor considera de cada punto expuesto.
En la página 81, el autor se posiciona, con la opinión, de que según él, Tartessos se forma después de la llegada de los fenicios. Para ello concluye que esa idea parte de la singularidad de que Tartessos se forma a partir de una estructura ya existente y en su apogeo. Por tanto, las ciudades fenicias como Gadir, pudieran ser heredadas por esta nueva estructura social. Ese punto de vista, se contrapone claramente con la creencia de Alfredo Mederos Martín, que en su obra Fenicios evanescentes. Nacimiento, muerte y redescubrimiento de los fenicios de la Península Ibérica, decía que los tartessios estaban y que los fenicios comercializaban hasta que Tartessos empezó a controlar el comercio libre. La corona tartessia empezaría a imponer regalías sobre los productos y así se explicaría el enriquecimiento de la monarquía tartésica. Carlos G. Wagner en su trabajo Aspectos socioeconómicos de la expansión fenicia en occidente: El intercambio desigual y la colonización agrícola (1993), apoya la formación de la ya existente Tartessos antes de los fenicios, al igual que apunta el proceso económico con éstos bajo comercio desigual.
Para García Bellido y Blanco F, “todo lo importado aparece como tartésico y lo indígena apenas se menciona cuando es a esto a lo que debemos llamar tartésico en nuestra opinión”.
Por el contrario, Almagro-Gorbea y M. torres Ortíz, nos dice en su trabajo La colonización de la costa Atlántica de Portugal: ¿Fenicios o tartessios?, que en las costas portuguesas hubo una colonización tartésica y no fenicia como se ha estado afirmando hasta ahora. También nos recuerda que la ciudad tartésica se corresponde a la ciudad oriental, no a las del mundo clásico grecoromano.
El autor, A. del Castillo, en el apartado “Notas”, el número 95, alude a la formación posible de Tartessos o nacimiento de éste, y citando a Gómez Moreno, para justificar esto, nos muestra que los pueblos indígenas de la P.I. Empujaron a un pueblo concreto que los griegos los miraban con cierto cariño, llamados Tartessios en la geografía griega y Túrdulos en la latina. Y que donde florecieron se llamaba Tartéside y Turdetania. Estos asentamientos de pueblos, llegaron a devenir en nombres como Mastienos, Bastitanos, Bástulos... (según se iban alejando de la costa mediterránea al océanos Atlántico), Calpianos o Carpesios, Elbestios más allá del Océano...y que si a ellos se les puede atribuir lo que puedan encontrar como objetos de arte, avanzada arquitectura, y cultura... entonces se podría atribuirles a ellos la formación de Tartessos -como estructura territorial y política-.
Para Luis A. García Moreno, esta conclusión se adapta perfectamente a su trabajo Turdetanos, Túrdulos y Tartessios: Una hipótesis, donde nos dice lo siguiente: ”Turdetania y Tartessos, pese a las voces fónicas, también presentan disonancias... que en un principio Catón el censor llamó Turta y que Livio corrigió con Turdetania para adaptarlo a sus caracteres latinos, y que Plinio utiliza tartessos en un término anticuarista y Turdetania en los contemporáneos a él”.
CONCLUSIÓN
Con las fuentes aportadas, las interpretaciones variopintas de cada una, las aportaciones del autor que discute con rigurosos argumentos coherentes y cohesionados, sin duda el autor no descarta que sus propias ideas sean las correctas referente a estos pueblos de la antigüedad. Llegados a este punto, el autor que bajara todas las respuestas posibles a sus preguntas con tanta maestría y
superioridad, queda clarificado , en todo momento, la soltura que tiene el autor en el conocimiento de las fuentes, tomándolas casi como suyas propias. El autor ha considerado cualquier interpretación de las mismas, respondiendo con rapidez a las hipótesis empleadas por otros autores, por tanto, cabe destacar la veracidad y la rigurosidad del trabajo realizado por el investigador, gran conocedor de las fuentes escritas antiguas.
El libro se puede considerar como obra “obligatoria” para todo aquel que se inicie o continúe en sus estudios o investigaciones sobre este pueblo en concreto, ya que de él, se puede obtener cualquier tipo de información, con toda clase de hipótesis sobre ella, y por supuesto, la conclusión que el autor nos regala al término de cada una.
La obra está realizada concienzudamente comprensible para cualquier tipo de lector, ya que es clara, sencilla, sin abandonar el rigor científico que la caracteriza dada su dilata carrera.
Esta obra es una más que se suman al amplísimo curriculum de su autor, que una vez más nos regala lecturas de comprensión, conocimiento y sabiduría, otorgándonos el derecho y el deber, de reflexionar con su obra.
BIBLIOGRAFÍA:
ALMAGRO-GORBEA, M., TORRES ORTÍZ,M.: “La colonización de la costa atlántica de Portugal: ¿Fenicios o Tartessios?: Palaeohispanica IX, 2009, pp. 113-142. Acta paleohispanica X. ISBN: 1578-5386.
MEDEROS MARTÍN, A.:”Fenicios evanescentes. Nacimiento, muerte y redescubrimiento de los fenicios en la Península Ibérica” II, (1936-1968).
GARCÍA MORENO, LUIS A.: “Turdetanos, Túrdulos y Tartessios: Una hipótesis”. Ed. Universidad de Alcalá de Henares.
ALVAR, J. :” Tartessos-ciudad = Cádiz: Apuntes para una posible identificación”.Ed.Universidad Complutense de Madrid.
G. WAGNER, CARLOS: “Aspectos socioeconómicos de la expansión fenicia en occidente: El intercambio desigual y la colonización agrícola “, Studis D'Historia Económica, 1993. 1, Palma de Mallorca.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
DEL CASTILLO, A: “El municipio de Anticaria Sulpicia: una propuesta sugerente, pero improbable”: Espacio, tiempo y forma. Serie II, Historia Antigua, T.10, 1997, págs. 375-386.. UNED. ISBN: 1130-1082.
DEL CASTILLO, A. :” El sistema familiar romano de época clásica y la condición social de la mujer casada en el contexto del mundo antiguo”: Espacio, tiempo y forma, Serie II, Historia Antigua, T.23, 2010. págs. 177-204. UNED.
DEL CASTILLO, A. :”Tarsis en la Estela de Nora: ¿un topónimo de occidente?, Sefarad. CSIC. 2003.
WEBGRAFÍA:
http://www.oya-es.net/reportajes/tartesos.htm : consultada el 08/10/2012 a las 12:35.
http://www.ed-bellaterr php a.com//llibresInfo.php?idLlibre=679 : consultada el 08/10/2012 a las
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http://www.malagahistoria.com/malagahistoria/tartesos.html : consultada el 06/10/2012 a las 9:10
www.dialnet.unirioja.es : consultada el 04/10/2012, 06/10/2012, 08/10/2012, 13/10/12, 18/10/2012,
24/10/2012.