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lunes, 2 de septiembre de 2013

Cristóbal Colón, pequeñas anotaciones curiosas

Dando una vuelta por un libro, me encontré con una investigación que se llevaba a cabo sobre el origen de Colón, el “descubridor” de la América castellana.
De sobra es sabido entre la comunidad de científicos e historiadores, que la versión “oficial” de que Colón tenía un origen Genovés, ha quedado ampliamente discutida y demostrada que hay algunas incoherencias al respecto, en cuanto a los documentos históricos.

Sinceramente, nunca me ha dado por Colón, no sé si porque sería absurdo intentar ahondar en algo tan lejano, tan oscuro y tan machacado como la vida del Almirante, o porque creí que todo ya estaba escrito, siendo un personaje tan importante para el mundo. Pero curiosamente, sin quererlo, me he topado con una realidad con la que no contaba...

Todos sabemos que la verdad absoluta se nos escapa de las manos a los mortales, todos somos dueños de nuestra propia verdad que puede o no puede coincidir con otros puntos de vista (parece una exposición de I. Kant), pero no suelo apartar versiones que se me muestran como “posibles” simplemente porque van en contra a lo que he aprendido hasta ahora, (que siempre estamos aprendiendo, pero bueno).
Llevamos creyendo las verdad de otros, hasta que, por nuestros propios ojos, podemos tocar e identificar nuestra propia verdad.
Cuando se me presenta otras interpretaciones de la Historia, a diferencia de otros compañeros míos y muchos profesores de Historia, no es que “me lo crea a pies juntillas” pero tampoco desecho la posibilidad, siempre y cuando me la expongan bien y sin agujeros negros.

El caso que hoy me ocupa es el misterioso personaje de Cristóbal Colón.
Al parecer, hasta hace 3 días, era un Genovés de origen humilde, tejedor de seda, y casi ignorante que se dedicó a enrolarse en barcos como marinero antes de subir de nivel a Almirante. Todo hubiese quedado estupendamente colocado si no existiese esa curiosidad nata del ser humano en ver y leer, y querer saber más allá.

Al parecer lejos de ser Italiano, y más concretamente Genovés, el Almirante pudiera ser Portugués (eso ya lo saben algunos historiadores, sin dudarlo, yo solo lo repito), de origen judío y gran conocedor de la kábala, aunque tuvo que cristianizarse a la fuerza cuando los judíos fueron expulsados de la península Ibérica, cosa que él aprovechó para embarcarse en la carabela rumbo a “las Indias” (la expulsión de los Judíos se ejecutó en 1492). Como buen judío, renegaba de la divinidad del Jesucristo cristiano, pero obviamente, no pudo manifestarlo públicamente.
Por lo que parece, el hecho de que fuera a presentar el proyecto de su aventura marítima a los Reyes Católicos, fue una idea de su amigo personal el rey de Portugal, Juan II. (Curiosamente, pudo haber sido puesto en busca y captura por éste, por traición a la corona, cuando Juan II descubrió que parte de la nobleza del reino de Portugal, querían matarlo en una emboscada, que, por otra parte, Colón ayudó a poner su granito de arena en ese turbio asunto, junto con la reina, la mujer de Juan II y un hermano de ésta.).
 Esto quiere decir, que esas relaciones tan íntimas y personales no podría darse en pleno siglo XV entre un plebeyo y el rey, sino entre el rey y su corte o algún noble de la misma. (Esto justificaría el hecho de que Colón escribiera perfectamente el Portugués, algo de castellano y perfectamente el latín, y tiraría por tierra la teoría de que era un pobre y humilde tejedor de seda, dado los estudios que tuvo y su formación como navegante.

Colón, nunca firmaba como Colón sus correspondencias, y jamás hablaba de su origen, quiso borrar cualquier dato que significara para él una “amenaza” de ser descubierto. Quizás por ese pequeño detalle de que él formaría parte de la “comidilla” aristócrata para derrocar al rey de Portugal. La cosa es que en una misiva que el rey le envía en 1484 , creo recordar, a Colón, le advierte que puede volver sin problemas a Portugal sin miedo a que sea apresado ni condenado por crimen alguno contra su persona, eso parece un “te perdono” en toda regla por parte del rey al navegante, reconociendo este que tenía razones el rey para mandarlo a ahogar en medio del mar... pero bueno.
El Colón que me interesa, (el otro es derivado de Colombus, Colome, etc y no de Colón, Colom), se empieza a nombrar a partir de este momento, como si antes de su viaje no existiese, (de ahí que intentaran investigar su origen y no se halló nada al respecto, dando por supuesto, que existía bajo otra entidad que aun hoy desconocemos), las confusiones con su apellido transcrito al latín y al castellano, dieron pié a que se le confundiera con apellidos italianos (que por otra parte, sus orígenes eran Italianos y judíos, como los de su mujer Felipa Moniz de Perestrello, y todo apunta a que podía ser un noble portugués). Jamás escribió en Italiano, las correspondencias eran en las lenguas que cité antes, portugués, castellano o latín, aunque de vez en cuando intentaba esbozar una palabra en anotaciones sueltas en italiano, pero sin probarse nada con ello.

El descubrimiento de América se debió a una estrategia del rey de Portugal para deshacerse de los poderosos castellanos y mantenerlos ocupados para ellos poder seguir controlando el paso a las Indias (las verdaderas Indias), esto se menciona en el Códice 632 de José Rodrigues Dos Santos.



Y, ¿por qué no?...
Es muy raro que los expertos navegantes portugueses dejaran escapar la oportunidad de descubrir nuevos territorios para su corona, y el rey de Portugal, por otros navegantes conocidísimos, ya sabía de la existencia de tierras en occidente. Colón viajó con las coordenadas exactas, la última tecnología en navegación del momento proporcionada por el rey, y una cartografía litoral sin precedentes, digno de alguien que conocía la costa americana anteriormente. (sobre ésto, siempre he tenido la curiosidad, de que antes de 1492, sabemos a éstas alturas de “la película” que los vikingos pisaron el continente americano, quizás incluso antes, los orientales, es por ello, que hace años que oí hablar del mapa de Piri Reis, un marino Turco que realizó un mapa propio basándose en mapas anteriores y “muy anteriores”, donde se aprecia la Antártida, (que se descubriría un siglo después).

Parte del mapa de Piri Reis, publicado en 1513


Lo que está claro es que al no haber documentos escritos de esos siglos, los pocos que hay son copias de originales o copias de copias de los supuestos originales, por supuesto interpretadas y readaptadas con toda su buena fe (o no) y sus erratas correspondientes. No se puede negar ni afirmar nada con rotundidad, pero sí se pueden unificar fuentes que nos saquen de alguna duda y por lo menos dejar claro “lo que no puede ser”, aunque “lo que es”, no lo sepamos nunca.

Así pues, después de mucho divagar por entre documentos, copias, manuscritos, códices y demás, al parecer, el señor Cristóbal Colón, nacería en algún lugar del sur de Portugal, con apellido Colona, quizás Guerra Colona, judío converso por obligación de los Reyes Católicos, espía en la corte portuguesa de éstos últimos( por el asunto de la traición a Juan II, que luego se derivó en una amistad, ya que al rey le interesaba que Colón estuviese en contacto con la Corona de Castilla para mantenerlos fuera del comercio con las Indias y “cediéndoles” los derechos de conquista de un territorio que los portugueses llevaban años recorriendo y mercadeando).
Sobre ésto último, he de decir dos cosas, una, que los portugueses estaban comercializando con Canarias antes de la venida de los castellanos a estas tierras, y dos, porque cuando Colón se lleva dinero a las Américas, un tercio fue moneda portuguesa, prueba de que el comercio al que estaba acostumbrado los nativos americanos era con los portugueses.


Esto y más que no está aquí escrito descubrí sin querer, pero bueno, para hacerlo llegar por si alguien tiene el “huequito” abierto y preparado para saber más, que busque y sacie su curiosidad. ;).

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